Cuando empezamos nuestra carrera contra la báscula, tendemos a apresurarnos y querer bajar de peso cuanto antes, cambiando nuestra dieta, realizando ejercicio de manera continua, etc. Estas son los primeros pasos que uno debe dar para perder paso, sin embargo, muchas veces observamos conductas en otra gente y pensamos que son las correctas, cuando en realidad estamos minando nuestra salud. Para ayudarle, aquí le presentamos unos consejos sobre lo que no debe hacerse:
- No comer: A algunos les parecerá muy obvio, pero existen una inmensa cantidad de recetas que inciden en esto, en no comer, en dejar de alimentarse para perder peso. Esta práctica es muy peligrosa para su salud, ya que su cuerpo no recibe los nutrientes que necesita y por tanto, no tendrá la energía requerida para realizar sus quehaceres diarios. Esta falta de energía puede llegar a afecta su sistema inmunológico, contrayendo mucho más fácilmente enfermedades.
- No a las drogas. Si nunca se recomiendan, salvo casos aislados, una pastilla mágica que quita el peso, y aún encima crea adicción y trastornos en la mente, debe ser evitada a toda costa.
- ¿Necesita laxantes? A menos que padezca estreñimiento crónico, no le servirán nada más que para deshidratarse, y si esto lo combina con no comer, ni le quiero contar como acaba la historia.
- El mito del tabaco: El tabaco reduce el apetito y da ganas de orinar, pero en largo plazo, salen perdiendo, pues provoca cáncer y disminuye la vida útil de los pulmones. El beneficio derivado no compensa las pérdidas.
- Saunas para sudar. Lo único que se hace es secarse cual uva pasa. ¿Se pierde peso? Si, ¿De forma permanente? No, y además es perjudicial, ya que necesitamos el agua para vivir. Dicho esto, las saunas son beneficiosas, eliminan toxinas, pero su uso debe ser moderado, como todo en la vida.
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