El té rojo.

El té rojo cuyo nombre originario es té pu-erh, nombre derivado de la región de China de la que procede Pu´er de Yunnan y también conocida en China como la región de la eterna primavera, es un té con unas propiedades excepcionales, por este motivo esta región es la mayor productora del mundo.
En la antigüedad el privilegio de saborear este exquisito té solo estaba permitido por la exclusiva nobleza china, el té rojo durante siglos se degustaba en los palacios de los emperadores chinos, también se denomina al té rojo como té imperial o té de los emperadores.
La medicina tradicional china cataloga al té rojo como fuente de salud y depurativo natural para dietas de adelgazamiento.

Su proceso de doble fermentación dota a este té de estas cualidades que han perdurado en la sabiduría tradicional china durante tantas generaciones.
Colmado de virtudes, el té rojo depura y activa el metabolismo, facilita las digestiones y estimula la secreción de glándulas digestivas que actúa sobre la grasa en comidas copiosas y refuerza el sistema inmunitario.  

En la actualidad muchas dietas alimenticias lo aconsejan como un complemento más para la pérdida de peso, una forma natural, sana y saludable de luchar contra el sobrepeso.
Otra de sus cualidades positivas para el organismo radica en su alto poder depurativo, estudios recientes avalan la disminución de los niveles de colesterol y ayuda a depurar el hígado graso.

Degustar una deliciosa taza de té rojo, con su sabor característico, que tantos beneficios nos aporta, es un placer a la par que un buen hábito para nuestra salud.
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