¿Por qué es tan difícil perder peso?

Actualmente encontramos varios factores que dificultan el proceso de pérdida de peso y el primer paso es reconocerlos para que tengas éxito el proceso. En primer lugar, necesitas perder peso por ti mismo, no para complacer a los demás. Debes asumir la responsabilidad de tu adelgazamiento y no pedir milagros. Para de buscar soluciones rápidas, dietas de moda, píldoras que prometen la pérdida de peso sin ningún esfuerzo, después de todo, si la pérdida de peso fuera tan fácil todos los métodos milagrosos del mundo no existieran como tales, pues la mayoría de la población no estaría con sobrepeso.

No culpes a la nutricionista, médico, familia etc. por tu no adelgazamiento. Se consciente de tus actos y asume la responsabilidad de tus decisiones.

Dentro de un contexto o donde ser delgada es sinónimo de belleza y en que la dictadura de la delgadez parece hablar, adorar el cuerpo nunca ha sido tan de moda, ya sea por razones de salud o estética, y muchos viven constantemente en guerra con las escalas y esperan ansiosamente el próximo lunes y luego iniciar otro de tantas maneras extraordinarias para perder peso.

Para adoptar dietas de milagro o dietas muy restrictivas, terminamos sufriendo recaídas. Cada recaída, estamos más lejos de nuestros hábitos y nuestra meta y en consecuencia nuestra autoestima es baja.

Así comienza un ciclo destructivo: dieta peso – recaída – ganancia – caída de autoestima. Por lo tanto, empezamos a creer menos en nosotros y ni siquiera el régimen se convierte en un hábito.

Debemos cambiar la manera en que pensamos y actuamos, piensa como una persona delgada, pon los alimentos en su lugar apropiado. La comida es una fuente de energía y nutrientes y eso es todo. Alimentos no resuelven ansiedad, tristeza, soledad, alegría, etc.

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Aprende a diferenciar el hambre fisiológica del hambre emocional real, antojo o hambre. Los episodios de hambre insaciable o “ataques” desesperados por alimentos son buenos ejemplos de hambre emocional, después de todo somos seres dotados de un organismo extremadamente inteligente que sabe cuándo es tiempo de parar. Así, come despacio para que el cerebro reconozca el momento de la alimentación y saber el momento de la interrupción.

Ningún alimento está prohibido, mata a cualquier alimento por sí mismo. Lo que mata son las exageraciones. No te preocupes, no mataras de hambre!

Privarse de comer más “engorda” (dulces, pastas, etc.) la persona terminan por adquirir un deseo que se contiene y en la primera oportunidad que pueda tener (ansiedad, enojo, ansiedad) a comer no sólo un poco o un pedazo de comida, pero exagera la cantidad. Es en este momento es el peligro. Debe recordarse que la privación conduce generalmente a los episodios de atracones.

Encuentra a un nutricionista. Hazte una reeducación dietética, por lo tanto no habrá ningun alimento prohibido. Aprenderás sólo hacer la oportunidad de elegir, conscientemente, cada alimento que comas.

Ten una buena hidratación. Bebe muchos líquidos durante todo el día… ya que ayuda a mantener un correcto funcionamiento del metabolismo, y limpia el cuerpo de toxinas, rehidrata el cuerpo y la piel.

Práctica actividad física, aparte del bienestar que da, facilita la pérdida de peso.

No creas demasiadas expectativas en delgadez, esto puede dificultar la pérdida de peso (por ejemplo cuando estés delgada te podrás poner esas tangas que le gustan a tu novio), porque después no se cumplen las expectativas de pérdida de peso, probablemente seguirás gorda.

Y finalmente, búsqueda de autoconocimiento, aumentar su autoestima, haz actividades agradables. Disfruta y baja de peso normalmente. No esperes que te guste cuidar de ti mismo cuando estás flaco, de todas formas para bajar de peso necesitas una buena dosis de amor propio.

Recuerda: eres mucho más que un simple cuerpo y tu vida vale mucho.